Septiembre

Bienvenido mes de la vendimia.

Llegas después de un verano que me ha recordado al otoño casi cada día y hoy me siento gris como las nubes que pintan el cielo.

Para muchos la llegada de este mes es como si de Enero se tratase. Se fijan nuevos objetivos y metas en el inicio del curso escolar.

Yo llevo dos meses compartiendo con vosotros los inicios de mi emprendimiento y solo tengo palabras de agradecimiento por la calidez de todos vosotros desde el otro lado de la pantalla. Gente de todo el globo que me brinda palabras maravillosas que me animan a seguir adelante.

Porque sí, el síndrome del impostor aparece de vez en cuando diciéndome al oído:

"¿Quién te crees que eres? ¿Quién va a querer comprar nada hecho por ti? Pero si esto no es lo tuyo, tendrias que estar cosiendo bajos de pantalones. ¿Quién va a querer leer nada de lo que escribas? Pero si toda esta información la pueden encontrar en internet. ¿Qué estudios tienes para ofrecer ningún tipo de consejo o información?"

Hay dias que me siento como si de una losa en la espalda se tratase.

Otros me repito a mi misma que paso muchísimas horas buscando información. Aprendiendo de otros que compartieron sus conocimientos. Y muchas otras experimentando y encontrando mi propia forma de hacer las cosas. Mi propia forma de expresarme.

A este síndrome también lo llamo titulitis. Sí, esa idea que nos pusieron en la cabeza que dice que sino tienes un titulo acreditativo, no eres nada. Almenos a mi desde bien pequeñita me dijeron que para ser algo en la vida tenía que estudiar y tener un trabajo que me diera mucho dinero.

¿Algún otro emprendedor que se sienta como yo?

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